Para los niños en riesgo, la educación puede ser el regalo más preciado que se pueda imaginar. Puede darles la fuerza para hacer frente a su lucha diaria por comida, refugio y seguridad, y la imaginación para soñar con un futuro mejor. Pero en este momento, a demasiados niños se les niega la educación, y la esperanza.
Nuestra comunidad global se enfrenta a la peor crisis humanitaria en más de medio siglo. Muchos gobiernos y ONG luchan solo por proporcionar servicios básicos como comida y vivienda, lo que obliga a millones de niños a quedarse sin educación. Pero la educación no es un lujo. Es lo único que puede darles a estos niños la esperanza de un mañana mejor, y darle al mundo la esperanza de un futuro más pacífico.